Una mujer de 54 años de Vigo, en el noroeste de España, fue detenida el martes acusada del intento de asesinato de la actual novia de su ex pareja. La policía cree que la sospechosa había planeado el crimen en un ataque de celos, después de haber roto con su novio en febrero, el mismo mes en que el hombre comenzó una relación con la víctima.
Cuando la víctima llegó, el atacante la obligó a entrar en su casa amenazándola con la espada. Una vez adentro, y usando guantes de látex para evitar dejar huellas digitales, le dio a la víctima pastillas para dormir y le ordenó que se quitara la ropa.
Luego hizo una serie de cortes en los brazos y piernas de la víctima, antes de forzarla a entrar en la bañera con el grifo abierto, en un intento de escenificar un suicidio. Los residentes que podían oír gritos desde el interior del edificio alertaron a la policía de los disturbios.
Varios agentes llegaron al apartamento del quinto piso de Vigo, situado en la costa noroeste de Galicia, y se prepararon para derribar la puerta, ya que nadie les respondía. Luego escucharon a una mujer gritando pidiendo ayuda y otra voz diciendo que estaba tratando de encontrar las llaves. Al final, el presunto agresor abrió la puerta a la policía. Tenía las manos manchadas de sangre e intentaba salir de la casa, pero la policía le impidió ir a ninguna parte.
Los agentes rápidamente localizaron a la víctima en la bañera. Aconsejó a los policías que el atacante llevaba un cuchillo en su bolso. La mujer fue llevada a un hospital de la zona con varios cortes profundos, aunque ninguno de ellos había alcanzado su arteria femoral.
Después de que el sospechoso fuera interrogado en el tribunal, el juez encargado del caso la encarceló sin fianza, sobre la base de que podía intentar atacar de nuevo a la víctima o destruir pruebas, además de ser un posible riesgo de fuga.
Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, se le imputan tentativas de asesinato y encarcelamiento ilegal. La policía cree que la sospechosa había planeado el asesinato siguiendo a su víctima durante los últimos meses para averiguar dónde vivía y a qué hora volvía a casa del trabajo.