La crisis económica en España ha castigado a los bolsillos de los jóvenes. Los que tienen un menor nivel educativo ganan lo mismo que sus compañeros a finales de la década de 1990, mientras que los jóvenes calificados reciben salarios anuales más bajos que sus homólogos de hace una década.
El Banco de España ha confirmado esta situación tras realizar un estudio sobre el poder adquisitivo en un período de 30 años, teniendo en cuenta la inflación.
La elevada tasa de desempleo y la disminución de la jornada laboral explican en parte este fenómeno. Pero el Banco de España advierte que nada mejorará a menos que se tomen medidas específicas para apoyar a los jóvenes que se están llevando la peor parte de los cambios en el mercado laboral, a lo que se suma el aumento del costo de la renta.
Tanto si son expertos como si no, los jóvenes españoles ganan menos que las personas de su misma edad hace 10 años, según un estudio basado en datos de la Seguridad Social que acaba de presentar el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en la Escuela Universitaria de Estudios Financieros de Madrid (Cunef).
Hernández de Cos señaló que, en términos generales, cada generación ha ganado más que la anterior, y que la recesión de la década de 1990 apenas ha afectado esta tendencia. Pero las cosas cambiaron con la crisis económica de 2008, cuando todos los grupos demográficos vieron caer sus salarios, especialmente los de los trabajadores jóvenes y poco cualificados. «Los jóvenes menos calificados experimentaron la mayor caída en sus ingresos anuales totales», dijo Hernández de Cos.
Las pautas de contratación y de despido apenas han cambiado
PABLO HERNÁNDEZ DE COS, GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA
El gobernador señaló que los nacidos en 1987 y con un bajo nivel educativo están ganando ahora un promedio de 20% menos que los que tenían el mismo grupo de edad hace una década – el primer caso de este tipo de fenómeno en 30 años.
Este escenario se repite con los trabajadores poco cualificados que ya no son tan jóvenes, como los nacidos en 1977 y que ahora están en los 40 años, una población que también gana menos que los nacidos en 1967 en el mismo momento de sus vidas.
Los datos muestran altas tasas de desempleo y una alta rotación, lo que a su vez significa que los trabajadores están invirtiendo menos horas y ganando menos. La evolución de los salarios es paralela a la del PIB per cápita, teniendo en cuenta la inflación.
Lo que esto indica es que el español medio es un 13% menos rico que si no se hubiera producido la crisis y el crecimiento hubiera continuado al mismo ritmo que durante el periodo 1995-2006. En cambio, los españoles han vuelto a los niveles de ingresos del año 2000. Y, según el Banco de España, los salarios de los jóvenes poco cualificados se han reducido aún más, hasta finales de los años noventa. Ahora, a la edad de 30 años, ganan menos de lo que ganaban los 30 años hace 10 años, y casi lo mismo que los 30 años ganaban hace 20 años, lo que significa que se han perdido dos décadas de poder adquisitivo. Lo que agrava la situación es el hecho de que los jóvenes ahora tienen que gastar más en alquiler, una situación que el Banco de España ha condenado.
Ha habido un retroceso similar con respecto a los salarios de los trabajadores cualificados. Una persona de 40 años altamente calificada ganará alrededor de un 20% menos que alguien de esa población que ganó hace 10 años.
Una de las razones por las que la situación de los jóvenes se ha deteriorado es la normativa existente en el mercado laboral, que hace más fácil que las empresas despidan a sus trabajadores jóvenes o temporales que hagan ajustes salariales, algo que generalmente afecta a los empleados mayores con contratos de larga duración, más experiencia y salarios más altos. El gobernador ahora está tratando de concientizar a los jóvenes de que la legislación actual conduce a un campo de juego intergeneracional muy desigual.
Una lenta recuperación
Aunque la recuperación debería llevar gradualmente las cosas al paradigma anterior, el gobernador advierte que esta reversión está ocurriendo a un ritmo más lento entre la población más joven. Esto se debe a varias razones, la primera de las cuales es que un período de desempleo al comienzo de la vida laboral de una persona tiene repercusiones a lo largo de toda la vida en sus ingresos.
En segundo lugar, las cualificaciones de los desempleados ya no se corresponden con las que se requieren en el lugar de trabajo, situación que se ve agravada por el desempleo de larga duración que afecta a las personas con pocas cualificaciones, lo que las hace menos aptas para el empleo.
En tercer lugar, según el gobernador, «el acortamiento de los contratos temporales en los últimos años está agravando el problema. Las condiciones en las que los jóvenes acceden al mercado laboral son peores que en los países vecinos», añadió, señalando que en España la tasa de empleo juvenil temporal se sitúa en el 70%, frente a una media del 52,6% en la zona euro.
Por último, los desarrollos estructurales como la globalización, la digitalización y la robótica podrían estar desempeñando un papel importante. «El hecho de que las empresas tengan menos necesidad de establecer relaciones estables con determinados empleados ha provocado un acortamiento de los contratos y un aumento del trabajo a tiempo parcial», señaló Hernández, quien señaló que las nuevas plataformas de colaboración podrían dar lugar a la incorporación de los jóvenes trabajadores, ya que los horarios son más flexibles.
A pesar de que la generación más joven está relativamente cualificada, Hernández de Cos concluyó que la crisis ha hecho «difícil adquirir experiencia en los primeros años de la carrera de una persona».