El partido de centro-derecha Ciudadanos anunció el lunes que descartaba cualquier negociación con el partido de extrema derecha Vox para formar gobiernos. La decisión fue tomada hoy por el comité ejecutivo del partido, y significará que el grupo intentará hacer tratos en primer lugar con el Partido Popular (PP) conservador, y «excepcionalmente» con el Partido Socialista (PSOE).
«No habrá conversaciones a tres bandas», dijo José Manuel Villegas, secretario general del partido, durante una conferencia de prensa el lunes después de la reunión, en la que el ala más progresista del partido pidió que se mantuvieran sobre la mesa los acuerdos con los socialistas y que se establecieran límites para la extrema derecha.
Después de las elecciones regionales no concluyentes en Andalucía en diciembre pasado, el PP y Ciudadanos formaron finalmente un gobierno, con el apoyo de los votos de Vox (ver recuadro). Gracias a más encuestas sin ganadores claros, un escenario similar se ha repetido en toda España, no sólo con unas elecciones generales el 28 de abril en las que el PSOE ganó pero sin mayoría, sino también en muchas de las elecciones regionales y municipales del 26 de mayo. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, había prometido no apoyar la candidatura de Pedro Sánchez para ser reelegido como primer ministro en una votación de investidura, pero parece que la posición del partido se está suavizando con respecto a los acuerdos con el PSOE en otras partes de España.
El ala social-liberal del comité ejecutivo expresó el lunes su reticencia a repetir el acuerdo que se hizo en Andalucía en otras partes de España. Este acuerdo sería necesario en regiones como Madrid, Murcia y Aragón. En Castilla y León, el PP y los Ciudadanos tienen suficientes escaños para formar un gobierno entre ellos.
El objetivo de la estrategia es obligar a Vox a aceptar los acuerdos que el partido negocia con el PP; si el grupo de extrema derecha se niega, la izquierda podría tomar el poder.
El ala más centrista del comité ejecutivo de Ciudadanos, por su parte, pide que se llegue a un acuerdo con el PSOE. Sin embargo, a pesar de su insistencia, la posición del partido no ha cambiado significativamente. El «socio preferencial» del partido -que comenzó en Cataluña como reacción al movimiento independentista, pero que pronto se convirtió en un grupo nacional- seguirá siendo el PP, explicó Villegas, y sólo «cuando no se puedan alcanzar acuerdos con el PP, se harán intentos excepcionales de llegar a acuerdos con el PSOE».
La dirección del partido también acordó hoy que «no negociarán gobiernos tripartitos con Vox o Podemos», este último un partido de izquierdas y antiausteridad. El objetivo de la estrategia es obligar a Vox a aceptar los acuerdos que el partido negocia con el PP; si el grupo de extrema derecha se niega, la izquierda podría tomar el poder.
Villegas agregó el lunes que Ciudadanos no se negaría a aparecer en una foto con representantes de Vox, sino sólo en una reunión donde se les presentarían los acuerdos alcanzados con el PP, y no como parte de una negociación.