Tratar el tema de las tiendas Ikea es simplemente mencionar el éxito. El monopolio comercial de los muebles de mayor reconocimiento en el planeta, fundado en el año de 1943 por Ingvar Kamprad y que ha dado origen a una clase de muebles tipo low cost cuyas características principales son un diseño y precios que, hasta el momento, ningún otro competidor serio ni le llega a los talones.
Bastante se ha dicho sobre el monopolio de los suecos, en el cual en más de una oportunidad su política de comunicación no ha figurado como la mejor y los chismes sobre su economía y orden ha originado rumores y filtraciones de toda clase en cuanto a sus cuentas. Sin irnos muy lejos, hasta hace unos meses múltiples medios de comunicación de Suecia obligaban a Ikea a reconocer la presencia de una fundación en territorio de Liechtenstein y gracias a la cual la compañía podía llegar a ahorrar una cifra increíble en impuestos.
Actualmente, el consejero corporativo de Ikea entre el año 2000 y 2008, Anders Dahlvig, revela en su reciente libro «¿Cómo se hacen las cosas en Ikea?», ciertos detalles que han conducido a esta empresa a destacar y dirigir las ventas en el sector al que se dedica. Un análisis, claro está, bastante benévolo y en el cual no existe mucho espacio para realizar autocríticas, pero que descompone algunas de las políticas financieras y comerciales que han encaminado a Ikea al lugar en el que se encuentra hoy.
Precios sumamente bajos
El pensar de Ikea está basado en hacer todo lo que esté en su alcance por contener una política de precio realmente bajos. Así lo cuenta su ex consejero, el cual narra cómo la política de la compañía tiene como meta el permitir que los ciudadanos con recursos limitados cuenten con un acceso mobiliario del hogar con un buen diseño y de calidad. Pero ¿Cómo se diseñan muebles accesibles y bonitos para prácticamente cualquier persona? Realmente el mobiliario de la compañía sueca no resulta tan atrayente como se cree, pues se necesita sacrificar los diseños más atractivos para poder adquirir muebles económicos y prácticos.
Cliente con mucho tiempo libre es igual a precios más accesible
En las primeras hojas del texto, su ex consejero aclara que el mantra de Ikea se centra en el pensar de que los clientes disponen de una mayor cantidad de tiempo libre que dinero en su billetera, por lo cual, cuanto más hace la persona menos va a pagar. «Todo el proceso comercial está basado en incorporar a los clientes en el sistema de distribución. Ellos son los que recolectan, escogen, pagan, montan y distribuyen los artículos, por lo cual Ikea así tiene la capacidad de mantener sus costos bajos y hasta de reducir los precios en ciertas temporadas». No obstante, este sistema de «hágalo usted mismo» no solo va a suponer un excelente beneficio para la empresa en cuanto a la reducción máxima de sus costos, sino que dispone de la complicación de verse en la obligación de exprimir hasta el extremo la creatividad de los técnicos y diseñadores para que el ensamblaje no resulte sumamente complicado.
Menor calidad, pero precios más amigables
Además, Dahlvig reconocer que esa presión constante para poder reducir al máximo los precios «ha originado un choque negativo en referencia a la calidad de los artículos». Claramente, «los bajos precios van a ser prioritarios, más que cualquier otra cosa».
El código
Uno de los mayores inconvenientes de esta empresa fueron los rumores sobre la utilización de mano de obra infantil en factorías de Pakistán. Ante esto, Ikea se vio en la necesidad de establecer un código de conducta en el cual la empresa sueca llegará a prohibir la discriminación, pagos inferiores al sueldo mínimo, uso de mano de obra infantil y trabajos forzados.
Diseños incomparables
¿Quién no ha visitado un hogar y ha reconocido que los muebles vienen de Ikea? Más que una marca, la empresa ha alcanzado desarrollar un único estilo, sinónimo de un excelente gusto en la mayoría de casos. Esta presencia única, vinculada al precio, es la que ha hecho de comercio sueco una de las primeras alternativas para muchos clientes.
Artículos prácticos y funcionales
Es el sello auténtico de Ikea. «Esas soluciones inteligentes figuran como una de las señales clara de la compañía. Entender la vida de los clientes y sus hogares es una de las claves». Así, aquellas alternativas de guardado, sobre todo para los hogares reducidos, se ubican como uno de los factores claves y en lo que mayores esfuerzos invierte la empresa.
Controlar todo
Para poder garantizar bajos precios se hace indispensable que la empresa pueda controlar todas las etapas de producción de sus artículos. Así, no existen compañías aledañas que suministren materia prima a Ikea, ni que vayan a intervenir en el proceso de diseño o de distribución de sus productos. Realmente todo el ciclo de producción permanece en las manos de la compañía sueca hasta que llega a su cliente.
Un día diferente
Comer en Ikea es sumamente económico y se visualiza como una excelente solución para aquellas familias en problemas que, por tan solo algunos euros, pueden regalarse un pequeño momento para degustar un menú variado de tipo low cost. El éxito de sus establecimientos de comida hace que la experiencia de pasar un día distinto figure como otro de los factores claves del éxito de Ikea.
Como lo reconocen muchos expertos, tal ha sido el éxito que la empresa sueca ha experimentado que, hasta la actualidad, muy pocas son aquellas amenazas que Ikea ubica en su rotundo éxito y modelo de negocios.