Siete barcos con más de 73 tripulantes a bordo en la salida y más de cien mil personas dispuestas a empujarlos hacia la larga regata oceánica que les espera.
Esta es la salida de la Volvo Ocean Race, que comienza el domingo en Alicante, España, y acoge por cuarta vez consecutiva la salida de la primera etapa de la maxiregata de 45.000 millas. La primera etapa se realizará en barco desde Alicante a Lisboa.
Comenzarán los siete grandes barcos: el español Mapfre, el holandés AkzoNobel, el chino DongFeng, Vestas (EE.UU.-Dinamarca), el de Hong Kong Sun Hung Kai Scallywag de David Witt, Turn the Tide on Plastic, patrocinado por la ONU y Team Brunei. La espera es enorme en el pueblo náutico instalado en tres muelles del puerto de Alicante, ya visitado por decenas de miles de personas en los últimos días.
«La Volvo Ocean Race es más que una competición deportiva, es una apuesta que nos traerá un gran resultado económico y hará una gran promoción de Alicante en todo el mundo», dijo el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, respondiendo también a las críticas que se han hecho desde muchos lados sobre las caras tarifas que impone la organización de la Volvo Ocean Race a las ciudades organizadoras de las etapas. Entre los eventos que rodean el fin de semana también destaca una regata de catamaranes M32, los multicascos que fueron los protagonistas de las últimas ediciones de la America’s Cup pero que serán sustituidos para la próxima edición por el regreso al monocasco.
Además del deporte, Alicante también habló del medio ambiente y, en particular, del estado de los océanos en una cumbre celebrada en Alicante, donde España declaró oficialmente su apoyo a una campaña internacional para la protección de los océanos: «En los últimos seis años -dijo Raquel Orts Nebot, Directora General de Zonas Costeras- uno de nuestros objetivos ha sido proteger los mares de los residuos. Por eso, España se une a la campaña de la ONU Mares Limpios para apoyar la iniciativa a nivel mundial.
