Estás emprendiendo tu nuevo negocio y lo que más necesitas es encontrar una forma segura y eficaz de financiar tu empresa para que pueda crecer y lograr el éxito. La buena noticia es que existen varias formas de lograrlo, y aunque algunas de ellas puedan parecer complicadas, una correcta asesoría puede cambiar esa perspectiva en un segundo.
Los consejos y recomendaciones para lograr que tu empresa alcance los logros que aspiras para ella inundan internet, y desde luego, nunca están de más. Pero contar con un equipo de profesionales que se dediquen exclusivamente a analizar las ventajas y desventajas de tu proyecto y las posibilidades de crecimiento, es algo invaluable y ciertamente pueden significar la diferencia entre el fracaso y el éxito.
Un buen grupo de profesionales puede ofrecer asesoría para todo tipo de financiación para tu empresa cuando tiene la experiencia para ayudarte a desenvolverte dentro del sector en que esta se mueve, o bien establecer buenas relaciones con los bancos e incluso conocer detalles económicos internos.
En fin, un equipo de asesores que pueda identificar las fortalezas, debilidades y sobre todo las necesidades de tu empresa, para que la respuesta sea acertada, eficaz y eficiente. Para que asistas a tu reunión con tus consejeros con una idea más clara en mente, te dejamos algunos tips que puedes tomar en cuenta para establecer un plan de financiamiento para tu proyecto.
Métodos de financiamiento ajenos
Evidentemente, se refiere a recursos que no pertenecen a la empresa, y que provienen de otras fuentes. Esto significa que una vez que el proyecto comience a dar buenos resultados, se debe pagar el préstamo, siempre con algún tipo de interés o contraprestación.
Encontrar las fuentes de financiamiento requiere de conocimiento en el área para poder realizar un estudio de posibilidades y oportunidades, así como establecer una buena negociación entre las partes. Algunas de estas formas de financiación ajenas pueden ser:
- Entidades de crédito.
- Entidades públicas.
- Empresas de capital de riesgo.
- Crowdfunding.
- Factoring.
Para este tipo de financiamiento se debe tomar en cuenta que existen plazos establecidos para los pagos de la deuda, por lo que es fundamental que se puedan calcular los tiempos en que la empresa obtendrá los beneficios suficientes para cumplir con dicho compromiso.
Financiación Interna
Se refiere al uso de los fondos de la empresa que son destinados precisamente a su financiamiento. Este se puede obtener mediante el aporte de los socios o como parte de los beneficios económicos obtenidos de la producción de la misma. Por supuesto, es uno de los métodos de financiación más beneficiosos y que reflejan estabilidad económica.
Existen dos tipos de autofinanciación, que se refieren a los objetivos específicos a los que se destinarán estos fondos, por lo que la asesoría de un experto es recomendable para identificar cuál es el más adecuado para la empresa.
- La autofinanciación de mantenimiento.
- Financiación de ampliación.
Este tipo de financiamiento ofrece grandes ventajas, entre las que destaca librarse del pago de intereses, además de no depender de plazos de aprobación y retribución de recursos.
Trabajando con doble financiación
Aunque la financiación interna pueda parecer una elección con tanta solidez que sea tentador manejarse solo con ella, los expertos recomiendan trabajar siempre con un plan que incluya también la opción de financiamiento ajeno.
La financiación externa puede resultar muy beneficiosa para el crecimiento de la empresa cuando se requiere un capital representativo, para el logro de una meta de gran alcance. En ese caso, la estrategia debe centrarse en elegir la mejor opción, considerando plazos para los pagos e intereses aplicados al préstamo.