enero 22, 2025

Sí, a los mosquitos les gustas más, y he aquí por qué

El verano está aquí, y también los mosquitos. Nada tiene el poder de arruinar una noche perfecta como el zumbido que significa que su dueño está en busca de una comida caliente de sangre fresca. Hay más de 3.000 especies de este insecto esparcidas por todo el mundo, lo suficiente como para arruinar nuestra velada sin importar dónde estemos.

No es una broma, tampoco. Estas diminutas criaturas son consideradas los animales más mortíferos del mundo, contribuyendo a más de 725.000 muertes al año. Ni siquiera los humanos causan tantas muertes: la gente mata a unas 475.000 personas al año. Las serpientes son responsables de unas 50.000 muertes humanas, mientras que los perros son responsables de 25.000 (principalmente de la rabia). Algunos de los animales más temidos del mundo, como los tiburones o los lobos, matan menos de 10 personas al año.

Para aquellos que se preguntan por qué los mosquitos hacen ese zumbido, y para aquellos desesperados por saber por qué siempre son señalados por los mosquitos, incluso en un grupo grande de personas, aquí hay algunos hechos a tener en cuenta.

¿Por qué zumban?

Los mosquitos no zumban como advertencia a sus víctimas, sino para alertar a otros mosquitos que están dispuestos a reproducirse. El sonido es simplemente más fuerte cuando los insectos vuelan alrededor de su cabeza en busca de un lugar para aterrizar.

El Dr. Louis M. Roth, que pasó sus años más jóvenes estudiando la fiebre amarilla transmitida por mosquitos para el ejército de los Estados Unidos, publicó un informe en 1948 sobre la especie Aedes aegypti, en el que encontró que los machos ignoraban a las hembras cuando éstas descansaban en silencio. Pero cuando este último zumbaba, los machos los perseguían frenéticamente al oír el sonido distintivo del vuelo femenino.

¿Por qué siempre me eligen a mí?

Aunque ambos sexos hacen un zumbido, los machos no muerden: se alimentan de néctar. Ahora veamos cómo las hembras seleccionan a sus víctimas.

La clave está en el «paisaje» químico del aire que nos rodea. Los mosquitos utilizan órganos sensoriales y conductas especializadas para leer los sutiles rastros químicos que emiten nuestros cuerpos. Dependen del CO2 que exhalamos para encontrar a sus huéspedes. Cuando exhalamos, el CO2 no se mezcla inmediatamente con el aire, sino que crea penachos temporales que siguen los mosquitos. Al igual que los sabuesos, siguen esas huellas para localizar objetivos a una distancia de hasta 50 metros.

En este punto, el mosquito ha localizado al grupo de personas en las que usted, la principal víctima, se encuentra. Las cosas empiezan a ser personales a una distancia de alrededor de un metro. A corto plazo, estos insectos tienen en cuenta varios elementos, como la temperatura de la piel, la presencia de vapor y el color de la ropa.

Pero los científicos creen que la variable más relevante es la combinación de compuestos químicos producidos por las colonias de microbios que residen en nuestra piel. Las bacterias convierten las secreciones de nuestras glándulas sudoríparas en compuestos volátiles que los mosquitos detectan a través de sensores olfativos ubicados en sus antenas. Hay más de 300 compuestos químicos diferentes que se combinan de forma variada de persona a persona, dependiendo de sus genes y del entorno que los rodea.

Según un artículo publicado en la revista científica PLOS ONE, las personas con una mayor diversidad de microbios en la piel tienden a sufrir menos mordeduras que aquellas con menor diversidad microbiana. Estas sutiles diferencias pueden explicar la gran diferencia en la cantidad de veces que una persona es picada por mosquitos.

Y como no hay nada que podamos hacer con respecto a esta mezcla microbiana en nuestra piel, no hay mucho que podamos hacer para evitar las picaduras, excepto tal vez evitar el uso del negro, que a los mosquitos parece encantarles. Este verano voy de amarillo.

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