El tatami es uno de los elementos más representativos de la cultura japonesa, siendo protagonista absoluto de la habitación minimalista, de la ceremonia del té y la superficie sobre la que se practican los deportes de combate japoneses, como el karate o el judo. Pero el tatami para los niños puede ser una buena idea también, aunque por otras razones.
¿Por qué comprar un tatami para niños?
Actualmente comprar un tatami para niños es tan fácil como buscar la tienda adecuada y escoger el modelo que mejor se adapte a la decoración de la habitación, a las medidas de la misma y al presupuesto disponible.
Pero más allá de eso, están las razones. ¿Por qué es una buena idea comprar un tatami para los niños? Más allá de la decoración y la creación de un espacio seguro, el niño se puede beneficiar enormemente.
Favorecer la seguridad cuando está dando sus primeros pasos
Cuando está comenzando a caminar, dando sus primeros pasos, hay una palabra que se hará cotidiana: caídas. Es inevitable que los niños se caigan y tropiecen cuando están empezando a dominar la psicomotricidad asociada a caminar o gatear.
¿Qué mejor que hacerlo sobre una alfombra tatami que por sus características está diseñada para amortiguar los golpes? Sin llegar a ser incómoda o a sentirse como una superficie acolchada, protege al niño ante cualquier caída. A su vez, el tatami es considerado como un excelente aislante térmico y de humedad, de modo que la superficie siempre será más seca y segura para el niño.
Un espacio de diversión y descanso adicional
Decorar la habitación de un bebé es una de las cosas más lindas que se deben hacer. Incluso antes de su nacimiento, y en los primeros meses de vida, todavía faltarán detalles por mejorar para que el bebé se sienta a gusto.
El suelo, que sea suave, seguro y le permita jugar a gusto, es una tarea por realizar, y la solución puede ser tan sencilla como la adquisición de un tatami bebe, una versión más acolchada, más segura, construida para ser más suave, y que puede servir tanto para descanso como para diversión, de forma que los padres puedan sentarse junto a ellos en esa superficie y así incentivarles para que comiencen a sentarse y a levantarse, a gatear y a caminar.
¿Cómo comprarlos?
Más que decoración, un tatami es un producto tremendamente funcional. Habilita espacios en el suelo y los convierte en lugares seguros y confiables, antideslizantes y atractivos, justo lo que se necesita cuando se tienen niños.
Pero como sucede en todo, al momento de adquirir un tatami infantil no sólo importará el precio que se encuentre o los colores del mismo, sino que habrá muchos tipos distintos, materiales, dimensiones y, por supuesto, precios entre los que elegir:
- Preferir los infantiles: no sólo desde el diseño colorido, sino desde la forma de utilización, con capas antideslizantes, más gruesas, que se puedan ensamblar como un puzzle, para que además de tatami, sea una actividad por realizar también -esto además resulta cómodo para guardarlo en caso de que no exista un espacio fijo para el tatami-.
- El lugar: no todos los tatamis son para los mismos lugares. Por los materiales, por su rigidez y por su tamaño; algunos son para los salones principales, mientras que otros están diseñados para el descanso. Dependiendo del lugar y de su utilización, un tatami será ideal o no.
- Precios y dimensiones: por ser un producto originario de otras latitudes, en esta parte del mundo todavía no existen marcas consolidadas y la elección correcta pasará, sobre todo, por acudir a la tienda correcta o especializada en el asunto. Una vez encontrada una tienda confiable, la compra se determinará por las dimensiones del tatami, y sobre todo, por los precios.
Aumentar la seguridad de los niños al momento en el que están dando sus primeros pasos o cuando gatean de un lugar a otro, esa es la principal razón para comprar un tatami, pero existen un sinfín de motivos, algunos muy subjetivos y que dependerán de cada niño o de los padres.
