Muchas abuelas conservan sus máquinas de coser intactas y esto no es azar. Se tratan de equipos resistentes, de buenas marcas y con cuidados extremos que las convirtieron en artilugios prácticamente eternos. Esto puede seguir siendo realidad si en el momento de escoger una máquina de coser se tienen en cuenta algunos elementos fundamentales.
Elegir una máquina de coser no es tarea sencilla para quienes se inician en el mundo de la costura o, incluso, para quienes ya están inmersos en esta actividad, debido a la gran cantidad de marcas y modelos que existen. Sin embargo, todo se facilita teniendo claros algunos aspectos básicos.
En primer lugar es importante tener claridad en torno a la utilización que se le vaya a dar al equipo, si es para costuras domésticas o familiares, o porque se tiene en mente una idea de negocio, la cual también tiene que estar muy bien definida en cuanto al tipo de trabajo de costura que se vaya a realizar.
Acto seguido, hay que seleccionar un rango de precios, siempre pensando que una máquina de coser, más que un gasto, será una inversión. En este sentido, siempre es más recomendable ahorrar un poco más para comprar un mejor equipo, que ir hacia lo más barato que termine siendo inservible. Nunca hay que olvidar que, aunque suene repetitivo, no deja de ser cierto que “lo barato sale caro”.
La principal recomendación en lo relacionado con el coste es elegir la máquina que ofrezca la mejor relación coste-beneficio, es decir, que tenga la mayores prestaciones y que se ajuste al presupuesto que se haya destinado.
Otra decisión que se debe pensar bien en el momento de escoger la máquina, es si será mecánica o electrónica, y en esto tiene mucha relación lo que antes se ha mencionado acerca del uso que se le vaya a dar al equipo.
Una máquina electrónica será siempre de más calidad que una mecánica, el motor es mucho más fino y siempre será menos ruidoso. Tiene más variedad de puntadas y se pueden regular sus anchos y largos, además, son mucho más efectivas y rápidas para hacer los ojales.
Las ventajas que tienen las mecánicas sobre las electrónicas son básicamente dos, que son realmente importantes. Una es que son más económicas, y la segunda, es que son mucho menos delicadas.
Durante el proceso de investigación para hacer la mejor elección sobre una máquina de coser es recomendable revisar los sitios web que ofrecen comparativas de las mejores marcas y modelos, guías de compra, análisis, y que también enlazan a las tiendas online que tienen los modelos más destacados del mercado, a los mejores precios.
La marca es importante
En el caso de las maquinas de coser es muy importante escoger marcas reconocidas, y esto viene dado por dos aspectos. En primer lugar, adquirir una marca de prestigio implica la obtención del asesoramiento correspondiente, de hecho, hay algunos fabricantes que ofrecen breves cursos gratis para enseñar a usar el equipo, esto es fundamental.
Otra ventaja es el servicio técnico, lo cual es sumamente importante porque en este tipo de equipos de uso continuo, es común que se necesiten repuestos, reparaciones o una puesta a punto constante, y eso es trabajo de los técnicos especializados.
Entre las marcas más prestigiosas y de mayor calidad que actualmente se encuentran en el mercado están:
- Singer: es la marca históricamente líder en lo que se refiere a las máquinas de coser. Tienen como elemento primordial una excelente relación calidad-precio, además de contar con modelos muy funcionales, dotados de la más avanzada tecnología.
- Brother: tiene como fortaleza que sus máquinas de coser son polivalentes y completas, proporcionando un gran rendimiento en todas sus funciones.
- Kenmore: una de sus cualidades es que ha llegado a convertirse en pionera, ya que va incorporando las últimas tecnologías en lo que respecta al área textil, lo que combina con gran resistencia y durabilidad.
¿Cómo saber si es buena?
Hay algunos elementos que hacen diferenciar a las máquinas de coser buenas de las deficientes. Algo que se debe observar es que su carcasa y estructura no contenga mucho plástico, ya que este material no ofrece durabilidad y resistencia. Si es ligera, esto quiere decir que tiene mucho plástico, el equipo debe tener un buen peso.
El hecho de que tenga una gran variedad de puntadas no siempre quiere decir que sea una buena máquina. Por lo general, siempre se usan las mismas puntadas, zigzag, recta, ojal, overlock, entre otras. Lo importante es que tenga selectores de ancho y largo de puntada por separado.
Una buena máquina debe tener velocidad y fuerza, y además, debe ofrecer variedad en cuanto a los tipos de tela con los que puede trabajar.
Origen de este funcional aparato
Todos saben lo que es una máquina de coser, de hecho, es un aparato básico en la vida diaria porque la ropa es imprescindible para el ser humano, pero no muchas personas conocen cómo, cuándo y dónde nació, ni quiénes inventaron los primeros prototipos.
Lejos de lo que muchos pueden pensar, la máquina de coser no tiene un origen tan remoto. Son varias las versiones que se manejan sobre su nacimiento, una señala que fue en Inglaterra, entre los siglos XVIII y XIX. Sin embargo, otra tesis histórica indica que nació en Francia durante el primer tercio del siglo XIX de la mente del sastre Bartolomé Thimonnier, quien construyó la primera en el año de 1830, específicamente en la ciudad de Saint- Étienne.
El primer prototipo era de madera. Tosca y rudimentaria, no era mucho más ágil que la mano del hombre, sólo daba una puntada de un hilo, sin embargo, fue teniendo aceptación y comenzaron a darse muchos intentos por perfeccionar la idea, sobre todo en Estados Unidos.
Puede decirse que quien concretó la idea más cercana a lo que es la máquina de coser que hoy se conoce, fue Isaac Merrit Singer, quien en 1851 revolucionó este invento y lo hizo popular hasta tal punto de crear su propia compañía, la Singer Manufacturing Company, que hasta el día de hoy sigue siendo una marca líder en el mercado.