Una vidente de nacimiento es una persona que nació con una gracia o don. Estas personas tienen una sensibilidad especial y en situaciones cotidianas, son capaces de percibir cosas que los demás no notan.
Estas personas han crecido con esta capacidad y a lo largo de su vida se han dedicado a desarrollarla. Algunas utilizan las cartas del tarot, para canalizar su don y proyectar los mensajes, otras usan otros elementos.
Consultas sin gabinete
Las videntes que se dedican a ayudar a los demás, establecen una consulta en la que reciben clientes habitualmente. En estas consultas las personas pueden preguntar por los aspectos de su vida que les preocupan. Internet es una herramienta ideal para conseguir videntes, en https://videntesbaratas.com/ se puede hacer contacto con las mejores.
Las páginas web favorecen lo que se llama una vidente sin gabinete, es decir, la consulta la realiza desde su casa. No hay que trasladarse, ya que la comunicación se hace vía telefónica.
La vidente que consulta desde su casa logra una mejor conexión con el cliente, ya que se encuentra en su entorno propio, relajada y con la mejor disposición de conectarse. De esta manera se logran los mensajes más claros y se ayuda mejor al cliente. Además, al no tener gabinete, la vidente puede ofrecer una consulta más económica.
Las mejores videntes utilizan las cartas del tarot para llevar a sus clientes los mensajes acerca del pasado, presente y futuro. Esta es una herramienta ideal para hacer preguntas y obtener asesoría en los diferentes aspectos de la vida, por ejemplo, la salud, el dinero, la pareja, los negocios, los estudios, etcétera.
Videntes de nacimiento
Una vidente de nacimiento es aquella que desde pequeña ha tenido premoniciones o un conocimiento superior que se va evidenciando con el tiempo. Por ejemplo, muchas de ellas han hecho predicciones de manera natural, las cuales a los días o meses se han hecho realidad. También se pueden manifestar en forma de sueños, de manera que los niños cuentan lo que soñaron a sus padres y, posteriormente, se dan cuenta que el sueño fue premonitorio.
En muchas familias esta sensibilidad es estimulada ya que los padres, muchas veces, también tienen esos dones. Es muy común que esta habilidad sea hereditaria. Entonces, la persona va desarrollando cada vez más su don. Por el contrario, cuando esto es desestimulado, a la persona le cuesta mucho aceptar su videncia y muchas veces no la utiliza.
Consultas de tarot
En una consulta telefónica de tarot la vidente no hace demasiadas preguntas, solo las básicas para poder iniciar la lectura.
Por medio de la voz, la vidente establece una comunicación directa, de alma a alma, entre ella y el consultante. Lo siguiente es extender las cartas sobre la mesa y comenzar a dar su mensaje.
Las personas sienten una paz muy agradable, se relajan y confían en su vidente, ya que esta conexión es la que les dará las respuestas a sus problemas.
El consultante puede requerir una asesoría por encontrarse en una disyuntiva de su vida, en la que no sabe qué hacer. Entonces la vidente le responde a sus inquietudes, por medio de los mensajes de las cartas y también por su videncia y sensibilidad. La interpretación de los mensajes es muy importante y en eso ellas son las expertas.
Las tiradas del tarot
La tirada es la manera en que se extienden las cartas en la mesa. Por lo general, se hace una figura y cada zona tiene un mensaje para algún aspecto de la vida. La vidente las destapa en un orden específico para que el mensaje fluya.
Hay una tirada que es muy popular, se trata del tarot “sí o no”. Con esta se pueden hacer preguntas puntuales. Es muy importante estructurar muy bien la pregunta, es decir, hacerla en términos positivos para que el mensaje fluya bien.
Hay muchas otras tiradas y cada vidente tiene su favorita, esa con la que siente que la sensibilidad aumenta y puede ayudar a su clientela. Las mejores videntes hacen su labor con el fin de ayudar a los demás y asesorar a las personas para que cumplan sus sueños.